Posteado por: periodistarural | 21 abril 2009

Seguridad y Soberanía Alimentaria son conceptos que merecen más atención

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Por José Luis Montes
Miembro de la Red Prensa Rural
Editor de La Discusión Rural de Chillán, Chile

Escuchar al presidente del Consorcio Agrícola del Sur, CAS, conglomerado que representa a los medianos agricultores chilenos de la zona Centro-Sur del país (Maule a Puerto Montt), que se caracterizan por producir más para el consumo interno que para las exportaciones, hablar por primera vez en la historia de «Soberanía Alimentaria» resulta una sorpresa. Sobre todo si se trata de un sector que tradicionalmente ha estado apoyando políticamente a los sectores de derecha, que fue el gestor del actual sistema económico en extremo liberal, que se ha ido profundizando con los sucesivos gobiernos que señalan representar a la centro-izquierda. 

Otro hecho sorprendente es la unidad que está mostrando en este planteamiento el CAS con la Confederación Campesina «La Voz del Campo», que representa a los pequeños productores que surgieron en su gran mayoría del proceso de Reforma Agraria a fines de los años 60 y que tradicionalmente se asocian a la izquierda. 

En tiempos previos y durante el gobierno socialista del año 1970, se acuñó la consigna «El Pueblo Unido Jamás será Vencido», a modo jocoso derivó en «La Izquierda y la Derecha Unidas, Jamás Serán Vencidas», lo que esperamos se cristalice este caso. Hay una visión común de los productores, que la agricultura para subsistir, no se puede dejar al arbitrio del libre mercado. 

El presidente del CAS Fernando Serrano ha señalado que Chile teniendo la capacidad de autoabastecerse de varios alimentos básicos – como es el caso del trigo, maíz, arroz  y otros cereales; oleaginosas, legumbres, azúcar, leche y carne – ha expuesto estos rubros a los mercados nacionales e internacionales y sus distorsiones. No se considera estos productos como producción para consumo interno, sino como «sustituidores de importaciones» y sus valores están dolarizados. 

El dirigente afirma que en el caso del trigo, rubro en el que esta temporada los valores estuvieron por debajo de los costos, el país llegó hace 4 años a solventar más del 90 por ciento del consumo nacional, la temporada que termina no superó un 50% y con tendencia a la baja. 

EL CONCEPTO 

La soberanía alimentaria es un concepto relativamente reciente. En síntesis se trata del «derecho de los pueblos, de sus países o uniones de estados a definir su política agraria y alimentaria, sin dumping frente a países terceros. El derecho de los campesinos a producir alimentos y el derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir y, como y quien se lo produce». Soberanía, también considera dónde y cómo se producen y cómo se debilita la producción y la vida rural, con la importación de productos agropecuarios aparentemente más baratos. 

En Chile ocurrió con el aceite (uno de los tres productos, junto al trigo y azúcar que eran objeto de un sistema de estabilización de precios denominado «bandas de precio»). Por presiones de comercio exterior se dio cupos a aceites de países vecinos, rompiéndose la banda de precios. 

Aceites más baratos y de menor calidad inundaron el mercado e hicieron naufragar a toda la industria nacional. Al cabo de unos años, el país terminó consumiendo un producto de menor calidad y a un precio, que paulatinamente, se puso a un nivel superior al de cuando producía internamente. 

POTENCIA AGROALIMENTARIA 

El Gobierno de Michelle Bachelet rescató un «slogan» creado a fines del período de su antecesor «Chile Potencia Agroalimentaria y Forestal». Este término se basa en una política que apunta directo a las exportaciones, en un país que tiene tratados de libre comercio con China, Estados Unidos, la Unión Europea, avanza con India, tiene incluso tratados con potenciales competidores, como Australia y Nueva Zelandia. La meta es subir en la escalera de los «top ten» de las exportaciones mundiales. 

En conocimiento que las realidades de los países latinoamericanos son muy diferentes, pero en que nos une el hecho de que todos los gobiernos apuntan a potenciar la Agricultura Familiar Campesina para evitar el hambre, el desempleo y para atenuar las consecuencias del cambio climático que según todos los expertos augura variaciones productivas y menos disponibilidad de agua de riego. En estas condiciones la soberanía y la seguridad alimentaria serán un tema definitorio y resulta irresponsable no actuar en el tema. 

Según los estudios existentes del avance del cambio climático en Sudamérica, países como Argentina y Chile adquirirán una responsabilidad mayor en la «soberanía alimentaria» del continente, ya que en el resto del territorio todo indica que la agricultura ira disminuyendo su capacidad de producción.

Fotografía: Organización REDES (Red de Ecología Social) -Amigos de la Tierra


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